Después de una larga semana (la mitad de ella estuvimos en el hospital), este fin de semana tocó descansar, pero como ya no había nada en el refrigerador, el papá de Nicolás y yo decidimos ir al super después de ir a comer con el padrino y la abuela de Nicolás (la mamá de su mamá).
Siempre me ha gustado ir al super (aunque prefiero ir al mercado, es más colorido)... ya sé, a muchas le ha de parecer una locura, pero en realidad disfruto pasearme por los pasillos, ver las frutas y las verduras, ver a la gente que va de compras, en fin, supongo que en el fondo tengo alma de antropóloga o socióloga (muy en el fondo jejeje). Desde que me casé con el papá de Nicolás, lo más frecuente es que vayamos juntos a hacer las compras, lo cual siempre es una "lucha" entre mi parsimonia para ir por los pasillos, con el prgamatismo y altas velocidades que alcanza mi maridito. Solamente de vez en cuando me lanzaba yo sola y me tardaba años jajaja.
Desde que nació Nicolás no voy al super sin el papá de Nicolás... la verdad es que es de GRAN ayuda que nos acompañemos, porque de esa forma uno puede llevar el carrito y otro la carriola con nuestro pequeño (la verdad me dan un poco de desconfianza las sillitas que hay en algunos de los carritos del super, no me parecen seguros), además hay manos extras para tomar las cosas y para subir y bajar bolsas del coche. Es casi un ritual eso de ir al super.
El día de hoy tocó ir al famosísimo Wal -Mart, aunque normalmente solemos ir al Superama porque es mucho más pequeño, terminamos más rápido y encontramos dos que tres cositas que en los otros supermercados no encontramos. Como estaba nublado hoy hicimos las compras más rápido y en equipo, creo que terminamos en tiempo récord.
Compamos muchas cosas que nos hacían falta (casi todo lo del refri jejeje), pero lo mejor del shopping de hoy fueron unas super cajitas muy coquetas de Disney que sirven para guardar las toallitas húmedas, desde hace tiempo las estaba buscando porque como compramos los paquetes más grandes para ahorrar, son muy estorbosas en la pañalera, y con las cajitas que les digo es mucho más fácil transportarlas (después de la experiencia del Plan que se apestó, más vale estar prevenida). Compramos una de Toy Story a petición del papá de Nicolás y una de Winnie Pooh para la cursi de su la mamá jejejeje, así es que me fui muy contenta con mi compra del día de hoy.
Por suerte nos libramos de la lluvia y llegamos a tiempo a casita sin mojarnos, el papá de Nicolás nos hizo favor de guardar tooodo (por eso de que no debo hacer mucho esfuerzo) y yo mientras tanto le di de comer a nuestro niño. En realidad, aún cuando la piedra en el riñón se cruzó por nuestro camino, este fin de semana nos la pasamos muy bien.
Satisfecha, se despide La mamá de Nicolás.
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